Esta serie de murales en los árboles de Pujilí es una fusión entre arte y naturaleza, donde la aerografía da vida a una colección de colibríes vibrantes, símbolo de energía, libertad y conexión con el entorno. Cada tronco se convierte en un lienzo orgánico, integrando las texturas naturales de la corteza con colores intensos y degradados que evocan el dinamismo de estas pequeñas aves en pleno vuelo.

Los colibríes, representados en diversas posturas y tonalidades, resaltan la biodiversidad de la región y la importancia de preservar su hábitat. La técnica de aerografía permite un efecto etéreo y detallado, logrando un realismo que casi da la impresión de que las aves revolotean entre los árboles. Este proyecto artístico no solo embellece el paisaje urbano, sino que también invita a la comunidad a reflexionar sobre la armonía entre la cultura, el arte y el medio ambiente.