Este mural en Pujilí es una vibrante representación de la riqueza cultural y festiva del cantón, destacando a los icónicos Danzantes de Pujilí, personajes fundamentales en la tradicional Fiesta del Corpus Christi. En el centro de la escena, el danzante porta su majestuoso traje adornado con colores vivos, bordados detallados y una gran corona decorada con espejos y plumas, simbolizando la conexión entre lo terrenal y lo divino.

A su lado, se observa a otros personajes representativos de la identidad local, como el prioste con su vestimenta típica y el bastón ceremonial, y la mujer con su elegante atuendo bordado, evocando las raíces indígenas y mestizas de la región. El fondo del mural recrea la arquitectura colonial de Pujilí, con la iglesia y las coloridas fachadas que dan vida a su centro histórico.

Esta obra no solo rinde homenaje a la danza y la festividad, sino que también celebra la fusión de tradiciones prehispánicas y católicas que han dado forma a la identidad pujilense a lo largo del tiempo.